Siempre es una suerte poder fotografíar todo el día de una boda, en este caso la de Regina e Iván.
Comenzamos a la mañana dando un paseo con sus «fieras», un buen momento para liberar tensiones antes de los últimos preparativos. Ya a la tarde nos fuimos a cubrir los detalles en la casa de los dos antes de la ceremonia en la Iglesia de los Trinitarios en Algorta. Es entonces cuando se percibe que el gran momento está muy cerca, donde se miman los detalles de la ropa, los complementos, todo tiene que estar perfecto. Luego tras la emotiva ceremonia no faltaron las fotos de grupo con los familiares y amigos.
Después nos fuimos al Palacio San Joseren donde, tras hacer unas poquitas fotos de reportaje, se disfruto de un cocktail con el buen saber hacer de todo el equipo del Palacio.
Gracias chicos por compartir este día tan especial con nosotros.